Thursday, October 30, 2014

Amado

Extrañarlo tanto, con semejante fuerza que la mente pretenda que todavía sigue aquí. Que escuche sus sonidos entre dormida y llegue una oleada de su olor en la mañana desde 9,240 km de distancia.

Todo lo que yo creía sobre mí misma ha sido desmontado por este hecho, todo mi anhelo de independencia ha quedado en duda desde que esta soledad ha sido litigante. Me asusta pensar que lo extrañaré así siempre.

Como me cuesta entender que en ningún momento de la noche se abrirá la puerta, ni escucharé su saludo, ni serviré dos platos para cenar.
Como me cuesta que esta cárcel silente me persiga aún en la calle.

Aún no puedo creer que el susurro con el que me desperté a media noche no fuera suyo, ni fuera de nadie.

Amado: En la mesa, aún sigue esperando el café que te serví ayer en la mañana y la cama recién tendida.